11/4/13

Del ave rangrang

El rangrang es un pájaro de brillante plumaje que no conoce el sexo.

La hembra es pequeña y amarilla. Cuando llega la época de celo pierde la capacidad de volar y ha de buscar un lugar tranquilo en el que excavar un profundo agujero en el que pondrá un único huevo. Es de vital importancia que el huevo, una vez puesto, permanezca apartado de cualquier otro sonido que no sea el canto de sus padres.

El macho es grande, de un rojo oscuro y de protuberante buche. Acudirá a la llamada de cualquier hembra que oiga, arrastrándose hasta el interior del agujero donde su nueva pareja canta sin cesar. Entonces se unirá a ella junto al huevo.

El interior de la cáscara contiene material genético en bruto y es terriblemente sensible a la más mínima vibración. En las notas del canto de cada uno de los progenitores se codifican sus características; al unirse el agudo de la hembra con el grave del macho se produce una onda que hace que el huevo se fertilice.

Si uno de los progenitores no canta adecuadamente, el polluelo se malformará. Se dice que estos son especialmente deliciosos y a menudo se los encuentra en la mesa de los sultanes de Tsladam.
 

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